Llama poderosamente la atención el trabajo realizado por El Umbral, tanto por las logradas fusiones y arreglos como por el buen gusto con que están presentados, en este sentido cabe señalar el hecho de que no hay fisuras en la propuesta y el concepto es fácilmente asequible al oído de la gente común. Por momentos nos parece - con las salvedades oportunas - una Orquesta Popular de Cámara, (al estilo de la brasileña) o del también norteño Arthur de Faría en el tratamiento de músicas populares, folclóricas o costumbristas propias de nuestras regiones y, por momentos nos sorprenden, gratamente claro está, al pasearse con total propiedad por las aristas del mejor Free Jazz merced a su improvisación, individual y colectiva pero, siempre en los linderos del Jazz fusión sudamericano. Definitivamente, es un trabajo totalmente disfrutable y, como siempre lo expresamos, nos reconforta conocer y saber que estas propuestas se están haciendo en la región.
Mención aparte: el ingenioso y original empaque. Una obra de arte en sí misma.